Argos, de la casa de Ulises
En la imagen: Argos, el perro de Odiseo, fue el único que lo reconoció a su regreso.
Pocas veces lo he visto tan enojado como cuando mastiqué la portada de “Farenheit 451”, que sabía a...
Con excepción de los recién nacidos -y los simios del zoológico- los caninos somos expertos en el arte de la persuasión, interpretar los gestos, posturas, ademanes y sonidos humanos.