En Costa Rica, como en muchos otros países, el desempleo femenino es una realidad que afecta a un gran número de mujeres. Las estadísticas indican que las mujeres tienen una tasa de desempleo más alta que los hombres, esto implica que enfrentan mayores obstáculos para encontrar empleo y construir una carrera.
Difícilmente podremos disminuir la pobreza y la desigualdad social, si seguimos apostando por el asistencialismo en vez de por la generación de riqueza.
Desconozco si es por el predominio del catolicismo, pero es lo cierto que en Latinoamérica tendemos a buscar un salvador que resuelva nuestros problemas, cuando lo que deberíamos es exigir a todos los partidos políticos que pretenden dirigirnos, presentar sus propuestas de desarrollo y, luego, estudiarlas nosotros a conciencia.
No es casualidad que la mayoría de las democracias estén en crisis: el pésimo o ausente diseño de las políticas públicas ha hecho que la insatisfacción reine entre la mayoría de los ciudadanos, puesto que pasan los decenios y, en realidad, muchas de sus necesidades -algunas de ellas básicas- no se ven satisfechas.
En los últimos meses estuve muy cerca de personas a quienes admiro mucho, quienes me hicieron tomar conciencia de algo a lo cual, honestamente, no le había prestado la atención que merece: el daño que nos hace la inmediatez.
Toda la tarde la pasamos limpiando el patio. Demasiadas hojas. En el centro hay un enorme árbol, donde puedo orinar a gusto; está lleno de zacate para revolcarme a placer, y tierra suave donde pienso enterrar varios megahuesos.