Para evitar el tráfico de órganos y tejidos humanos, los diputados de la comisión de Asuntos Sociales, mantuvieron la normativa según la cual la donación solo es posible con el consentimiento expreso -en vida- de la persona.
Los legisladores rechazaron el proyecto 22,481 que pretendía reformar el régimen de consentimiento expreso y pasar a uno presunto, mediante cambios en varios artículos de la ley de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos Humanos.
A favor de la propuesta votaron las congresistas Andrea Álvarez (PLN) y Priscilla Vindas (FA); la primera argumentó que muchas personas -sobre todo pacientes renales – esperan un órgano.
En un Congreso sobre ese tema, realizado en julio de este año, Álvarez mostró su interés en el proyecto, porque así aumentaría la cantidad de órganos disponibles.
La parlamentaria Johana Obando (PLP) votó en contra de la iniciativa, pues daría al estado la potestad de disponer del cuerpo de las personas, y sería “querer regular hasta tu propia muerte.”
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