Académico de Relaciones Internacionales – UNA
greivin.rodriguez.calderon@una.cr
Sin duda el turismo ha significado para nuestro país una excelente fuente de divisas que, de una u otra forma, ha impactado a la mayoría de la población costarricense.
Sería mezquino no reconocer que el país -en su conjunto- ha implementado estrategias que permiten posicionar a Costa Rica, en el exterior, como un destino turístico de excelencia.
Para hablar del presente miremos un poco al pasado, allá a finales de la década del siglo XIX empezaron a llegar a nuestro país principalmente comerciantes, estudiantes e intelectuales quienes iniciaron intercambios con la sociedad costarricense, que se desarrollaba e influenciaba en lo social, cultural, comercial, económico y político.
Algunos hitos que evidencian el dinamismo propio de esa etapa fueron: la apertura de los hoteles en San José (Hotel San José, Hotel Roma y Hotel Francés); y en 1930 el Gran Hotel Costa Rica, que sería -por mucho tiempo- el mejor del país, y daría paso a un turismo como actividad económica.
En materia de infraestructura inauguraron el aeropuerto de Lindora (Santa Ana), a escala de marco regulatorio, el Presidente Cleto González Víquez, creó la Junta Nacional de Turismo e Inmigración.
En 1950, fundaron “Costa Rica Express”, la primera agencia de viajes del país; en 1955, durante la administración de José Figueres Ferrer, firmaron la Ley Orgánica del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
La fundación del ICT dio músculo político a la actividad turística y permitió el desarrollo de estrategias de atracción de inversión y desarrollo turísticos en el país (Ministerio de la Presidencia, 2015).
Para la década de los 70’s, el país ya contaba con una oferta turística diversa, principalmente en el Pacífico Central y Guanacaste.
Aunado a los esfuerzos impulsados desde el gobierno de la República, se suscitaron acontecimientos a nivel internacional que contribuyeron a posicionar al país en la escena internacional.
En 1987 el Mandatario Óscar Arias Sánchez recibió el Premio Nobel de la Paz, la participación de Costa Rica en los Juegos Olímpicos -en diferentes convocatorias- con las hermanas Sylvia y Claudia Poll.
Además, la clasificación de la selección de fútbol al Mundial Italia 1990; la destacada carrera del astronauta costarricense Dr. Franklin Chang Díaz, todos estos hechos despertaron el interés sobre Costa Rica; y recién el galardón otorgado por el duque y la duquesa de Cambridge, el Earthshot Prize.
Paralelo a esta exposición internacional el país daba un giro en su modelo de desarrollo, abandonaba uno de economía agroexportadora, acompañada de una estrategia de industrialización de sustitución de importaciones, por otro lado fomentaba las exportaciones de productos no tradicionales y la atracción de inversión extranjera directa.
Eesto permitió un gran impulso a la actividad turísticas, convirtiéndola en pocos años en la principal fuente de divisas de Costa Rica.
Transformar a Costa Rica en un destino de excelencia para el turismo internacional ha sido un proceso que llevó más de ocho décadas, en cada etapa el país tomó decisiones que en el mediano y largo plazo generaron beneficios a lo largo y ancho del país.
Algunas acciones trascendentales en este proceso fueron y son la apuesta que hizo el país por un desarrollo sostenible; el tema de pago de servicios ambientales, la ampliación de las diferentes áreas protegidas, el desarrollo de proyecto ecoturísticos -orientados a un público más consciente del turismo de experiencia- y el involucramiento de pequeñas y medianas empresas en los encadenamientos productivos que genera la actividad.
Volviendo a los retos actuales que presenta la gestión de la actividad turística en nuestro país, podemos mencionar:
1)- Modernizar la infraestructura física y de conectividad que apalanca la actividad turística; internet de fibra óptica, banda ancha fija, puertos, aeropuertos, carreteras, autopistas y el transporte público en todas sus modalidades, además hoy en día debe ser sostenible.
2)- Ser enfáticos en que las decisiones políticas deben de ser más ágiles, se requiere de voluntad de todas las partes para responder a las nuevas modalidades de hacer turismo y al nuevo tipo de turista.
3)- El sector financiero debe adaptar sus políticas de crédito para incentivar el desarrollo de pequeños emprendimientos, para que la actividad logre impactar positivamente a la mayor cantidad de personas.
4)- Es urgente agrupar esfuerzos y trabajar colaborativamente; al día de hoy, al menos ocho organizaciones -entre lo público y privado- llevan a cabo acciones significativas, de manera aislada. Potenciar el trabajo como bloque reduciría los gastos de operación, y maximizaría el impacto en la promoción.
5)- Se debe atender de manera urgente los problemas de inseguridad, y la incursión del crimen organizado en zonas tradicionalmente turísticas, o con un gran potencial.
Por último, se debe ser más agresivo con la promoción internacional, que nos permita explotar con mayor intensidad nuestra marca país, que en el ámbito mundial se percibe como; país de paz, verde, sostenible, ecológico, amigable, democrático, respetuoso de los derechos humanos, sin ejército y del pura vida.
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