La elevada rotación laboral, la inseguridad jurídica, el nombramiento de funcionarios a dedo, y el control sindical de las jefaturas fueron denunciadas por Cindy Bravo, exgerente general del Instituto de Desarrollo Rural (INDER).
“Esta es una situación, que de acuerdo con mis principios y valores, no voy a tolerar, en ninguna circunstancia” explicó Bravo a los diputados de la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público.
Además, fue “silenciada” por evidenciar 191 nombramientos, realizados por el nuevo presidente ejecutivo del INDER, Eduardo Robert Ureña; quien archivó el proceso de transformación de la organización y le quitó toda responsabilidad.
Los problemas en esa institución son tan serios, adujo Bravo, que en los “cinco meses que lleva esta administración, hasta cuatro o cinco personas han pasado por la misma plaza, lo que demuestra la inestabilidad laboral.”
Bravo denunció que la mayor parte de la dirigencia, de las diferentes organizaciones sindicales, está nombrada en puestos de jefaturas y con recargos, por lo cual su trabajo no cuenta con el apoyo de estos gremios.
La Contraloría General de la República (CGR) la designó para solucionar una serie de inconsistencias en el INDER, relacionadas con los nombramientos de personal, como carecer de expedientes con los atestados de los trabajadores.
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