Imagen por Marvin Recinos / AFP
San Salvador, El Salvador | AFP El Salvador registró en 2022 una tasa de homicidios de 7,8 por cada 100.000 habitantes, la más baja durante la administración del presidente Nayib Bukele, que mantiene una lucha frontal contra las pandillas.
“Hay una reducción en los homicidios, y esto genera una tasa de violencia homicida en El Salvador por cada 100.000 habitantes de 7,8”, aseguró en una rueda de prensa el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
Villatoro explicó que en 2021 la tasa de homicidios fue de 18,1 por cada 100.000 habitantes.
En 2022 se registraron 495 homicidios, cifra menor en comparación a los 1.147 homicidios contabilizados en 2021.
La tasa de homicidios del año pasado es la menor registrada durante la presidencia de Bukele, que asumió en junio de 2019. En ese año la tasa de homicidios fue de 38 por cada 100.000 habitantes, según datos del ministerio de Justicia y Seguridad.
En tanto, el fiscal general, Rodolfo Delgado, señaló que la tasa de homicidios que se registró en 2022 “es la más baja en la historia de El Salvador”, al recordar, por ejemplo, que en 2015 esa tasa era de 106,3 homicidios por cada 100.000 habitantes.
“Es una reducción (en la tasa de homicidios) jamás vista en nuestro país, donde la sociedad estaba acostumbrada a vivir entre violencia y muerte”, sostuvo Delgado en la conferencia de prensa.
Bukele señaló a mediados de diciembre anterior que su país pasó de ser el más peligroso del mundo al “más seguro de América Latina”.
“El Salvador es ya irrefutablemente el país más seguro de América Latina”, aseguró el mandatario en ese momento.
El ministro de Justicia y Seguridad explicó que resultados en la reducción de la violencia son debido al denominado plan de seguridad Control Territorial, impulsado por el gobierno de Bukele, y una de cuyas aristas es la lucha frontal contra las pandillas.
Desde finales de marzo del año pasado el gobierno lanzó un combate frontal contra las pandillas al amparo de un régimen de excepción.
El régimen de excepción fue aprobado por el Congreso, a pedido de Bukele, el 27 de marzo del año pasado y fue en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo.
Cuestionado por organismos humanitarios internacionales, el régimen de excepción ha llevado a la detención de 61.300 presuntos pandilleros hasta el 3 de enero.
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