Los congresistas analizan el presupuesto nacional para el otro año, y persisten en asignar ¢81 mil millones -destinados originalmente al pago de intereses de la deuda pública- para financiar sectores a los que el gobierno redujo fondos.
De acuerdo con la presidenta de Hacendarios, Paulina Ramírez, es probable que los parlamentarios aprueben el presupuesto, con las modificaciones dictaminadas en esa comisión.
Esas variantes contemplan recursos para programas en beneficio de los adultos mayores, proyectos municipales, transportes, poder judicial, entre otros.
El presupuesto total es por ¢12 billones, y debe de estar aprobado a más tardar -en segundo debate- el 29 de noviembre.
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