La educación pública costarricense -en jóvenes y adultos- sufrió un deterioro en un año -del 2021 al 2022 , en el acceso a los servicios pedagógicos, al porcentaje de aprobación y la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo nacional.
Así lo denunció un informe de la Contraloría General de la República, ante el Ministerio de Educación Pública (MEP), en torno a la “eficiencia y eficacia del servicio de educación” en la población joven y adulta.
Entre los datos más relevantes, el reporte destaca que “El promedio general de aprobación decreció de 79.7% a 75.8% (entre 2021-2022), lo cual genera que se requiera una erogación mayor de recursos para atender a estudiantes reprobados”.
Además, hubo una reducción en la cobertura del servicio educativo; esta pasó de 100.600 alumnos atendidos -en el 2019- a 91.300 en el 2022.
Lo anterior implica una disminución -afirma la Contraloría- de “las posibilidades de esta población, de acceder a mejores empleos, trabajo decente y emprendimiento”.
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