Según datos de la Organización Internacional de Trabajo y del INAMU, para el año 2019 el país contaba con más de 170.000 trabajadoras domésticas, de ese total, un 94% tenía como única fuente de ingreso el trabajo doméstico.
El Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) inició un proceso formativo de 150 horas, orientado a fortalecer las capacidades básicas de las trabajadoras domésticas remuneradas.
“El fin de este proceso formativo es que ellas obtengan los conocimientos necesarios para atender la demanda inmediata y futura en materia de cuidados de personas adultas mayores -sin y con situación de dependencia asociada-. Este trabajo se realiza de la mano con especialistas en enfermería y cuidados gerontológicos” indicó Cindy Quesada, ministra de la Condición de la Mujer.
A partir de los resultados de esta capacitación, se desarrollará una segunda etapa que consiste en articular esfuerzos interinstitucionales para lograr la certificación de sus aptitudes, potenciar la asociatividad y el liderazgo de las mujeres trabajadoras domésticas remuneradas.
—