La ruta 17, de Barranca a Puntarenas, es donde suceden más accidentes viales en el país, seguida de la ruta 32 -carretera a Limón- según un informe estadístico del Consejo de Seguridad Vial (COSEVI).
En el caso de la primera vía, entre el año 2013 y 2017, desde el kilómetro dos al seis, ocurrieron 124 percances, con mayor o menor gravedad, debido sobre todo al caos vehicular existente en esa zona.
Camiones, autos, trailers, motos, bicicletas y peatones -quienes circulan por la calle a falta de aceras adecuadas- contribuyen a elevar el riesgo de un percance, en una de las diez rutas más peligrosas, de acuerdo con las autoridades viales.
El estado de las carreteras -nacionales o comunales- es tan crítico que “se necesitaría de ocho a diez años, para tener una red decente”, según denunció la diputada oficialista, Pilar Cisneros, en la Asamblea Legislativa.
Además, el Ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Luis Amador, anunció que el paso por Cambronero podría estar cerrado por tres meses, y “vamos a tener que sacar una contratación por imprevisibilidad… para atacar varios puntos.”
La congresista Cisneros -en el plenario legislativo- indicó que se necesitan $250 millones para reparar las calles en mal estado; una suma parecida para los puentes y $100 millones más para estabilizar cien puntos peligrosos.
De acuerdo con un informe del Estado de La Nación, el país requiere invertir 3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), en una serie de obras de infraestructura vial.
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