Imagen Real Madrid FC
Cuando se trata de jugar una final y el rival es el Real Madrid, más que un partido es una tragedia griega; ya se sabe lo que pasará y por más intentos de revertir los hechos el destino se impone y gana el Madrid.
Con esa lógica absurda del fútbol el Liverpool jugó mejor, creó las jugadas más trepidantes, mereció uno, dos, tres goles, pero Thibaut Courtois llegó con todos los santos de frente y fue el muro de contención contra la marea roja inglesa.
Desde el inicio del juego la máquina roja comenzó a triturar al cuadro merengue, que apenas atinaba a defenderse, en algunos lances con mucha suerte, pero sobre todo por el monumental portero belga, inexpugnable por alto, bajo, medio, lados, frente y trasero.
Mané estuvo a punto de vencerlo. En el primer tiempo remató a marco, el cancerbero manoteó la pelota, esta pegó en el vertical, rebotó hacia afuera y como un gato Curtois se volvió -ya vencido- y la atrapó. Fue la única ocasión clara para Liverpool.
La experiencia y la paciencia permitió al Madrid atenuar los avances de su rival; mientras los ingleses atacaban -con jugadas de primer nivel- los españoles tejían en la sala de espera, aguardando el momento justo para hacer lo de siempre: anotar.
Una “melange”, como dicen los franceses, en el área chica de los reds, a pocos minutos del final de la parte inicial, culminó en gol de Benzema, pero el VAR y la tecnología anuló el tanto, por una posición adelantada del galo, imperceptible para el ojo humano.
El segundo tiempo comenzó más movido, con ambos cuadros dispuestos a resolver el pleito lo más pronto posible.
Al minuto 59 Federico Valverde se escapó por la banda derecha, al centro iba Benzema y en el lateral derecho Vinicius. Nadie sabe si Valverde, en el área grande, intentó un tiro a puerta. Le salió un pase a Vinicius y este recibió el balón y anotó.
Eso desmoralizó a los reds, quienes en vano intentaron empatar y tal vez remontar el marcador; jugaron muy bien, acorralaron al Real Madrid, Curtois salvó la noche y el Madrid, con un juego sencillo se impuso y conquistó la Orejona 14.
Los fanáticos del Madrid esperan a sus héroes blancos, invadirán la Fuente de Cibeles y Marcelo, capitán de los merengues, volverá a colocar la bufanda merengue alrededor del cuello de la diosa de las cosechas y la vendimia.
—