En una rápida acción de la Fuerza Pública, fueron detenidos dos sujetos ligados al crimen del oficial Bryan Josué Rivera, de 28 años.
Uno de los atacantes es un peligroso delincuente, apodado “Oso”, con un amplio historial criminal, y líder de una pandilla de traficantes de estupefacientes, que opera en Puntarenas.
El sospechoso está vinculado a delitos como homicidio, robo agravado, venta de psicotrópicos, y descontó una sentencia de cinco años por atraco a mano armada.
Junto a Oso fue atrapado un nicaragüense, de apellido Martínez, quien tiene cuentas con la justicia, por tenencia de drogas, homicidio y robo agravado.
El agente Rivera murió de un tiro en la cabeza; y su compañero, recibió un disparo en el pecho pero el chaleco antibalas lo protegió.