Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Imagen tomada de internet
El Gobierno de Panamá, bajo la presidencia de José Raúl Mulino, anunció que no renovará el acuerdo firmado con China en 2017 sobre la Ruta de la Seda.
La decisión se tomó después de una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien advirtió que la influencia china en el canal de Panamá era “inaceptable” para Washington.
Mulino aseguró que no existe una amenaza real de que Estados Unidos recupere el canal o use la fuerza, tras el encuentro en Ciudad de Panamá.
El Gobierno panameño optó por trabajar con Estados Unidos, destacando su deseo de mantener la relación con el país como siempre lo han hecho.
A pesar de las tensiones, Panamá cedió cierto control en el Darién para permitir la construcción de una pista de aterrizaje y profundizar la política migratoria de deportación de migrantes.
Se discutió la posibilidad de revisar las concesiones de los puertos del canal a una empresa con sede en Hong Kong, cuyas auditorías están en proceso.
En medio de estas negociaciones, grupos sociales y trabajadores panameños protestaron contra la influencia estadounidense, calificando la relación de “oligarquía corrupta”.
La visita de Marco Rubio a Panamá fue la primera parada de su gira por Centroamérica y el Caribe, que incluye El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.
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