La Policía Fronteras, en conjunto con Guardaparques, rescataron ocho tepezcuintles y un perico que se encontraban en cautiverio en diversas comunidades de Osa y Puerto Jiménez.
El Ministerio de Seguridad Pública detalló que, “lograron dar con una vivienda en la cual encontraron ocho ejemplares de la citada especie, los cuales estaban encerrados y algunos presentaban mordeduras en sus lomos, presuntamente causadas por perros de cacería”.
Este roedor, desde el 2017 está considerado como una especie con “población reducida o amenazada” en el país, tal y como quedó establecido en la resolución N° SINAC-CONAC-092-2017, dados los desmedidos niveles de extracción y comercialización ilegal de su carne.
Al reducir la cantidad de ejemplares de este animal, también se alteran los ecosistemas donde vive, pues además de ser un reconocido dispersor de semillas grandes en los bosques tropicales, este roedor constituye el alimento de diversos depredadores que habitan los citados ecosistemas.
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