Empresarios respaldan iniciativa del gobierno.
La decisión del gobierno de solicitar a los importadores que tapen algunas de las etiquetas de información nutricional de los productos importados es para evitar confusiones, ya que en otros países las normas de control sobre sustancias como azúcares, grasas saturadas y sodio son muy diferentes a Costa Rica.
Se trata de productos que incluyen octágonos de advertencia de cierto tamaño y que podrían confundir a los consumidores.
La decisión -dada a conocer por una circular a finales de junio – no implica que el Ministerio de Salud dejará de controlar la información nutricional de los productos, agregó Mary Munive, ministra de Salud, ya que solo se está haciendo un cambio sobre este particular, mientras que el resto de la normativa sigue vigente.
“La reglamentación nacional y centroamericana vigente no establece parámetros específicos que determinen cuándo un alimento tiene “alto” o “exceso de” algún nutriente importante, tales como calorías, grasa, azúcares o sodio. Es por esa razón que la Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario emitió una circular en la que solicita ocultar dichas advertencias, pues no responden a la regulación establecida en Costa Rica”, indicó el Ministerio de Salud.
En ese sentido, el gobierno ya inició un análisis de la normativa actual, y de esta forma actualizarla con la ayuda de los diputados.
“Solo así se podrá garantizar a los consumidores costarricenses que los productos disponibles en el mercado incluyen información clara sobre su contenido nutricional basada en parámetros aplicables en el país y no en resoluciones adoptadas en otras naciones”, agregó Munive.
Mientras tanto, el sector empresarial agrupado en la Cámara de Industrias respaldó la medida tomada por el Ministerio de Salud.
“Costa Rica ha sido rigurosa en el proceso de elaboración de los reglamentos técnicos y la fundamentación científica que los debe respaldar. Como país y como región no hemos optado por establecer octágonos de advertencias innecesarios en los productos alimentarios, ya que no tienen un impacto en la calidad de la información que requieren las personas antes de decidir comprar y consumir productos; son solamente un castigo de principio fundamentalista. La creación de hábitos saludables es de suma importancia y es responsabilidad de todos, pero se ha demostrado que no depende de este tipo de etiquetado. Por eso es acertada la decisión del Ministerio de Salud al no permitir una decisión contraria a la ruta que ha seguido la región y que está claramente en nuestra normativa”, concluyó Carlos Montenegro, director Ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
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