“En todas las familias costarricenses hay historias con personajes del
pueblo y leyendas como la Llorona, el Cadejos, la Giganta y el Diablo, persiguiéndonos por las calles en las fiestas patronales, los cantones pioneros de esta tradición son Escazú, Aserrí, Cartago, Barva de Heredia y Alajuelita”, dijo Rodrigo Chaves.
Con estas palabras el mandatario firmó la declaratoria de la mascarada como símbolo nacional, en la Escuela Alba Ocampo Alvarado, en Liberia.
Esta Ley permite a los Ministerios de Cultura y Juventud, al de Educación Pública y al Ministerio de Turismo e Instituto Costarricense de Turismo (ICT) preservar las mascaradas como una tradición costarricense y promoverlas como un elemento que incentive el turismo.
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