Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Imagen tomada de internet
Las elecciones parlamentarias de este domingo en Francia, han sacudido el panorama político en esa nación.
Con una participación histórica del 78%, los votantes rechazaron la extrema derecha, y dieron lugar a un Parlamento fragmentado y alianzas inestables.
El Nuevo Frente Popular (NFP), una coalición de izquierda, emergió como la fuerza dominante con 182 escaños; esto desafió las expectativas y aseguró una posición clave en la nueva configuración política.
Sin embargo, su falta de mayoría absoluta plantea desafíos significativos para la gobernabilidad futura.
En segundo lugar, la coalición centrista Ensemble de Macron obtuvo 163 escaños; mostró una recuperación impresionante desde la primera vuelta, y se consolidó como un jugador crucial en las negociaciones políticas venideras.
La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, que lideró la primera vuelta, quedó en tercer lugar con 143 escaños.
Aunque sufrió una decepción relativa, su posición en el Parlamento garantiza que seguirá siendo una fuerza influyente en la política francesa.
Estos resultados reflejan un electorado dividido y polarizado; múltiples fuerzas políticas compiten por definir el rumbo del país en los próximos años.
La formación de coaliciones y la negociación de agendas políticas serán cruciales para la estabilidad y el progreso de Francia en este nuevo capítulo político.
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