El gobierno mantendrá la presión política y técnica sobre los diputados, para lograr la autorización legislativa que le permita emitir títulos valores -conocidos como eurobonos- por un monto de $6 mil millones, destinados al pago de la deuda pública.
“Hay dos aristas en esta discusión, el monto que nos parece una decisión técnica; y las condicionalidades, que es una decisión política, seguimos trabajando en la parte política.”
Así lo enfatizó el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, tras comparecer ante la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, para explicar a los congresistas las razones por las cuales subió el impuesto a la propiedad de vehículos.
El jerarca apeló a los diputados, para aprovechar la oportunidad de cambiar “deuda cara por deuda barata”; si no “el precio lo van a pagar los costarricenses, con las subastas que vamos hacer y las tasas de interés que van a subir.”
Si los eurobonos no están aprobados -en segundo debate- para el 24 de noviembre, “vamos a tener que posponer la salida al mercado internacional, y lo tendremos que hacer en una ventana oportuna”, explicó Acosta.
Añadió que en este mes, diciembre y enero 2023, Hacienda irá “al mercado local para hacer las captaciones de recursos, a las tasas de interés que sean correspondientes”.
La negociación política de los eurobonos se estancó, después de que el gobierno desconvocó el proyecto, a la espera de que las diputadas Carolina Delgado y Monserrat Ruiz, del PLN, regresen a las sesiones legislativas.
Mientras tanto, Sofía Guillén (FA) denunció -en el plenario- una propuesta del oficialista, Alexander Barrantes, quien le ofreció “cargos y embajadas” a cambio de su voto, en favor del monto solicitado por el gobierno, para los eurobonos.
Varios diputados liberacionistas reaccionaron en contra de ese “presunto ofrecimiento”, y su jefa, Kattia Rivera, aseguró que 18 congresistas de esa fracción -excluyó a la disidente Delgado- votarán una autorización por $3 mil millones.
En ese monto coinciden los frenteamplistas, con el apoyo de dos socialcristianos, Vanessa Castro y Carlos Felipe García, quienes se apartaron de la línea trazada por el resto de esa fracción, quienes apoyan la tesis del gobierno.
A esa posición, anunciada por Daniela Rojas, jefa de los rojiazules, se plegaron los neorepublicanos -jefeados por Fabricio Alvarado-, y los liberales, dirigidos por Eli Feinzag.
La molestia de Guillén se tradujo en su negativa para reunirse, este viernes, con Acosta, donde trataría -junto con Castro y Rivera- las observaciones que ellas hicieron al texto dictaminado en la comisión de económicos.
Sobre la denuncia de Guillén, el presidente Rodrigo Chaves consideró que eran “dimes y diretes”, puesto que los eurobonos son un tema técnico, y que solo él y el canciller Arnoldo André, pueden decidir sobre cargos y embajadas.
Algo similar opinaron la Ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, y la jefa del gobiernismo, Pilar Cisneros, quien dijo: “Los eurobonos mitigarán una gigantesca deuda, los reto a encontrar una sola razón técnica para no aprobarlos.”
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