Imagen por Cristina Quicler
Madrid, España | AFP Náuseas, desvanecimientos, incluso la muerte. La ola de calor que golpea Europa puso el foco sobre los riesgos de las temperaturas extremas para ciertos trabajadores, lo que llevó a los sindicatos a reclamar mayor protección ante el cambio climático.
Obreros de la construcción trabajando sobre el asfalto ardiente. Temporeros agrícolas sudando profusamente bajo invernaderos de plástico. Personas obligadas a trabajar en almacenes sin aire acondicionado…
Difíciles de soportar para la población en general, las temperaturas extremas de los últimos días se han vuelto realmente insufribles para algunos sectores de trabajadores, con tragedias acaecidas en países del sur de Europa.
En España, un empleado de unos cincuenta años murió el viernes tras sufrir un golpe de calor, un fenómeno en el que el cuerpo se recalienta, cuando trabajaba en una nave industrial en Móstoles, en la región de Madrid.
Según los socorristas, su temperatura corporal era de 42,9 ºC cuando fue auxiliado, luego de sufrir convulsiones y quedar inconsciente.
Un operario de limpieza de 60 años, contratado por un mes por una empresa que limpia las calles de Madrid, murió el fin de semana cuando trabajaba, mientras que otro trabajador de limpieza, de 58 años, fue hospitalizado el martes.
En Francia, dos personas murieron estos últimos días en su puesto de trabajo, en el marco de accidentes “posiblemente relacionados” con la ola de calor, anunciaron este miércoles las autoridades sanitarias.
A principios de julio, dos personas que trabajaban en el campo, de 20 y 57 años, murieron en Italia mientras faenaban a temperaturas superiores a 40 ºC, uno en la región de Campania y el otro en Calabria (ambas en el sur), según medios locales.
Estas muertes reavivaron el debate en el país sobre el impacto de las olas de calor, un año después de que la muerte de un temporero maliense de 27 años llevara a varias regiones italianas a prohibir el trabajo en el campo durante las horas más calientes.
– “Temperatura límite” –
En las calles de Madrid, las recientes muertes generaban inquietud. “La verdad que da miedo (….) Yo no tengo problemas de salud, pero como trabajo todo el día al sol, me canso mucho”, dijo a la AFP Javier Herreros, un obrero de 52 que reemplaza adoquines.
Hechos como las muertes en la capital española “nunca deberían producirse”, afirmaron en un comunicado los dos principales sindicatos españoles, UGT y Comisiones Obreras (CCOO), al llamar a reducir “el tiempo o la intensidad de la exposición” al calor.
En España, Reino Unido o Francia, las autoridades han multiplicado en los últimos días los mensajes de prevención, pidiendo teletrabajar a los trabajadores que puedan y cuidarse a los demás.
Pero esto no es suficiente a ojos de los sindicatos, cuando se espera que la frecuencia de los episodios de calor se duplique en Europa para 2050.
“Europa necesita definir temperaturas máximas para trabajar”, estimó en Twitter la Confederación Europea de Sindicatos.
Un mensaje similar al de la federación sindical británica TUC, que reclamó fijar “una temperatura límite” de 30°C por encima de la cual los trabajadores deben abandonar su actividad.
– “Riesgo profesional” –
Para CCOO, otras medidas podrían reducir sensiblemente los riesgos, como la instauración de descansos prolongados o sesiones de formación para los empleadores. También deben ser identificados “todos los puestos con posible exposición al calor excesivo”, a juicio del sindicato.
Un planteamiento hecho también por el Instituto Sindical Europeo (Etui), un centro de investigación en Bruselas, que sugirió en un informe considerar como un “riesgo laboral” el “estrés térmico vinculado a las condiciones meteorológicas”.
“Actualmente, numerosos trabajadores sufren la inacción de los empleadores, mientras las autoridades suelen hacerse la vista gorda” frente a las consecuencias del calor para “los trabajadores en situación precaria”, los más perjudicados, lamentó este centro de análisis.
Señal de que se empieza a tomar consciencia, los empleados de los servicios de limpieza de Madrid lograron un acuerdo el martes para poder dejar de trabajar en las horas de más calor.
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