Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Imagen tomada de internet
Los comercios de Poás, Poasito, Fraijanes, Vara Blanca y Los Cartagos, afrontan una caída de ingresos tras las erupciones del volcán.
El impacto no se debe a la ceniza, sino al temor que disuade a los visitantes, según explicó Lionel Araya de la Cámara de Turismo Volcán Poás.
Este grupo reúne cerca de 60 comercios locales, que incluyen hospedajes, restaurantes y espacios recreativos, afectados desde el pasado lunes.
La reciente erupción elevó una columna de ceniza a 4 kilómetros, lo cual generó percepciones erróneas sobre la seguridad en estas zonas.
Comercios como Chubascos y La Casona de Doña Julia han tenido que ajustar horarios ante la disminución de clientela y recursos disponibles.
Algunos prefieren cerrar antes que operar con pérdidas; sin embargo, por ahora no se han producido despidos, solo reducción de jornadas.
Adriana Murillo, de Sueños de Jade, insistió en que no hay afectación directa: ni caída de ceniza ni gases perceptibles en su zona.
La alerta verde sigue vigente en esas comunidades, mientras que Grecia y Sarchí están en alerta naranja, explicó Araya.
Los efectos se sienten también en la cadena de proveedores: menos ventas significan menos compras a productores locales y menos movimiento económico.
Araya hizo un llamado a la calma y pidió informarse adecuadamente: “Aquí se convive con el volcán; respetarlo no significa temerlo”.
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