Permitir que circulen buses con 18 o 20 años de uso perjudica la seguridad de los usuarios, aducen los diputados del Frente Amplio; por eso presentaron decenas de mociones a una ley, que avalaría ampliar la vida útil de esos vehículos.
La diputada Sofía Guillén utilizó como ejemplo de ese riesgo, el reciente incendio de un autobús, y enfatizó: “esas son las consecuencias de unidades que ya no tienen que seguir operando”.
Esta iniciativa es analizada en la Comisión de Económicos, la cual pretende alargar la vida útil de los autobuses, como medida para ayudar a los empresarios ante el impacto de la pandemia en ese servicio público.
Aunque algunos legisladores propusieron prorrogar el permiso de 15 a 20 años, otros consideran que tres más son suficientes; el Frente Amplio se opone a las dos sugerencias.
La congresista Vanessa Castro (PUSC) rebate esa posición y considera que ellos se “centran en varios aspectos que no tienen nada que ver con el proyecto: accesibilidad, rampas, adaptación al ambiente”.
Según Castro lo que se logrará con estos atrasos es que “muchos buses queden sin funcionamiento para final de año.”
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