• El Gobierno ya declaró alerta verde e impulsa un plan de acción para mitigar el impacto
El Fenómeno El Niño complicará la vida diaria de millones de costarricenses con el aumento de la temperatura y una disminución de las precipitaciones durante la época lluviosa.
Mayores costos eléctricos asociados a la quema de combustibles, la posibilidad de apagones -si el ICE no logra liberarse de la regla fiscal-, racionamientos de agua en la capital, Guanacaste y el Pacífico Central, así como una afectación generalizada para los cultivos y el ganado, son algunas de las consecuencias que se prevén.
Por ejemplo, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) se vio obligado a extender la quema de combustibles, como diésel y búnker, a este segundo semestre del 2023 para satisfacer la demanda eléctrica. Se trata de una situación que no sucedía hace más de siete años.
Esto ya se tradujo en un aumento del 10% en las tarifas de electricidad, de acuerdo con la Aresep, desde mediados del mes pasado.
“Los embalses del ICE reportan una disminución de hasta un 72% y si no llueve, será necesario quemar combustible para generar electricidad y atender la demanda por más tiempo”, dijo Marco Acuña, presidente de la institución.
Paralelamente, el ICE tiene que buscar recursos para comprar ese combustible y si la regla fiscal, que limita el crecimiento del gasto, no se levanta, la institución no podrá seguir comprando el combustible y, por tanto, la consecuencia lógica es que se generen apagones.
Para los próximos tres meses se espera una reducción de las lluvias de hasta un 20% en el GAM, Guanacaste y el Pacífico Central, mientras que el resto del país tendrá una temporada de lluvias normal, según Werner Stolz España, director del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
En ese sentido, Acueductos y Alcantarillados (AYA) ya proyecta que habrá racionamientos de agua.
Esto se debe a que los mantos acuíferos no se cargarán lo suficiente con las lluvias del invierno y cuando llegue la temporada seca y el aumento de las temperaturas, es probable que aumente el consumo.
“Las lluvias no van a ser suficientes para enfrentar el verano, la sequía que viene afectará a unas zonas más que a otras (…) Estamos tratando de minimizar las fugas y crear alianzas con varias instituciones para tener una mayor posibilidad de trasiego de agua y garantizar el suministro de agua potable a todas las comunidades”, dijo Gabriela Vallejos, gerenta del AYA.
El Fenómeno el Niño calienta la superficie de las aguas oceánicas e incide en la cantidad de lluvia que cae sobre el territorio nacional.
Ante este panorama, el MAG ya ideó un plan de acción que se ejecutará hasta la finalización del verano de 2024, cuando se prevé que finalice la influencia del fenómeno meteorológico.
“Reiteramos el llamado a las personas productoras para que implementen en sus fincas técnicas que permitan la recolección y uso eficiente del agua, la conservación de forrajes y aprovechen todos los recursos posibles de las mismas unidades productivas para depender menos de factores externos”, dijo Víctor Carvajal, ministro de Agricultura y Ganadería.
Por medio de préstamos con condiciones blandas asociados al Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), el Ministerio pretende darle una mano amiga a miles de agricultores y ganaderos para que enfrenten las complicaciones que generará el Fenómeno El Niño.
—
