Casas con espacios familiares y ambientes que responden a sus tradiciones ancestrales, en las cuales predomina el uso de la madera y de pilotes, permitirán a 75 familias indígenas de Alto Chirripó gozar de residencias frescas, libres del peligro de inundaciones y con la posibilidad de contar con espacios para la socialización.
Estas familias formalizaron sus operaciones de Bono Familiar de Vivienda, durante un evento realizado en la comunidad de Grano de Oro de Turrialba, proceso que constituye el paso previo para el giro de recursos y el traslado de los materiales a sus terrenos, para arrancar la construcción de las casas.
La formalización estuvo a cargo de personeros del Banco Popular y de Desarrollo Comunal, entidad que administrará los recursos del subsidio habitacional y supervisará las obras. También participaron representantes del Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) y de la empresa constructora Somabacu.
Diseño consensuado
El diseño, que es consensuado con las comunidades, incluye que las paredes externas e internas, los pisos, la estructura de techo y el cielo raso interno se edifican en madera importada, tratada y certificada. La solución sanitaria es por medio de tanque séptico con sus respectivos drenajes. Se cimentan sobre pilotes asentados en pedestales de concreto.
La mayor parte de las viviendas se construye en terrenos ubicados montaña, donde el acceso y el acarreo de materiales es difícil. Esto genera trabajo y encadenamientos para la economía local, que significaría unos 200 empleos directos e indirectos.
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