La presencia de celulares, tabletas y otros dispositivos electrónicos en las aulas distrae a los estudiantes y disminuye su capacidad de concentración, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En un informe dado a conocer a finales de la semana pasada, la organización advierte de las graves consecuencias de estos dispositivos, ya que son el origen en muchos casos de un bajo rendimiento académico.
Y es que los alumnos prestan atención a redes sociales y juegos, y no a las enseñanzas de los profesores.
Es por ello que los expertos llegan a sugerir que incluso se prohíban.
“Las notificaciones entrantes o la mera proximidad de un dispositivo pueden ser una distracción para los estudiantes, haciendo que pierdan la atención en la tarea que tienen delante”, publicó la UNESCO en su informe.
La falta de acceso a dispositivos móviles o computadoras en hogares de bajos recursos también agrava la desigualdad en el ámbito educativo.
“La revolución digital tiene un potencial inconmensurable, pero debemos prestar atención a cómo se emplea en la educación”, afirmó Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, quien además resalta que la tecnología debe implementarse como una herramienta para mejorar la experiencia educativa y el bienestar de estudiantes y docentes, no como una distracción que obstaculice el proceso de enseñanza.
—