Este jueves, el Volcán Poás registró la más grande erupción en cinco años; según los vulcanólogos, el vapor alcanzó 500 metros de altura.
Por eso, y la creciente actividad del coloso alajuelense, la Comisión de Emergencias solo permitirá que 56 personas estén ubicadas, en el mirador principal del cráter activo del Volcán Poás, con un casco de seguridad.
La cantidad de personas se determinó, de acuerdo con la capacidad de las pantallas de protección antibalísticos volcánicos, instalados en el parque.
Los turistas deberán acatar la rotulación instalada, seguir las órdenes de los guardaparques del lugar; y otras medidas temporales para garantizar la seguridad y la comodidad durante la visita al Parque Nacional.