En los últimos tres años, las propiedades costeras en Guanacaste, registraron un alza de 400 por ciento, destinadas a obras comerciales y residencias de lujo extremo.
Dicho aumento perjudicó a los vecinos de esas zonas; un aposento en Nosara, de 15 a 20 metros cuadrados, ronda los $700 mensuales, y una casa de alquiler de interés social, alcanza $1.500, explicaron investigadores de la Universidad Nacional.
Los académicos indicaron que el incremento lo causó la migración -durante la pandemia- de cientos de personas, hacia zonas alejadas de los centros urbanos.
“De 2017 a 2019, ya se notaba el alza en la construcción, que en 2020 desaceleró; pero dos años después repuntó en casi el doble el registro en metros cuadrados”, explicó Esteban Barboza, coordinador del proyecto investigativo.