La dureza del ambiente, la exposición diaria a la muerte y la extenuación física, fueron algunos de los factores que incidieron en la decisión de Ligia Madrigal, de abandonar su expedición hacia la cumbre del Everest, y regresar al Campo Base Uno.
“Un poco triste, pero al mismo tiempo agradecida por la oportunidad de vivir esta experiencia, y por estar aquí, en una sola pieza, lista para volver con mi familia”, escribió la montañista en sus redes sociales.
Hace pocos días la tica subió hasta los 8.000 metros, al Campo Base Cuatro; ahí estuvo acampando a la espera de que mejorara el tiempo en la cima de Everest, y comenzar el asalto final a la cúspide, a 849 metros.
Las duras condiciones no variaron, y los sherpas -los experimentados guías de los expedicionarios- valoraron la situación y decidieron bajar, lo cual frustró los planes de Ligia de ser la primera tica en alcanzar el techo del mundo.
“Llegué bien hasta campo Uno, a 4.800 m, y super dispuesta y decidida a intentar cumbre, pero por motivos de logística de mi compañía -que después explicaré mejor- no me permitieron atacar la cumbre”, comentó Madrigal.
Todavía queda el aventurero Warner Rojas, quien salió después de Ligia, y según sus planes podría llegar a la cima -por segunda vez- este martes 23 de mayo.
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