Luciana Rovira / evolucionandocr@gmail.com
Las madres nos dan la vida, nos educan, nos apoyan, son supertrabajadoras y esforzadas, todo lo hacen por darnos una vida mejor.
En el Día de la Madre honramos a las biológicas, a las que cumplieron con ese papel, sin importar su edad, ni otra condición.
Quienes no tienen a su madre -porque falleció- la recuerdan, cuando efectúan alguna tarea que disfrutaban realizar juntos.
En mi familia celebramos esa fecha de manera muy especial; a mis bisabuelas -Mita y Carmen; y a mis abuelas -Nuri y Nelly- las invitamos a comer, las visitamos, jugamos y les damos un detallito.
Ellas son mujeres muy longevas -Mita tiene 98 años-; trabajadoras -Carmen tuvo cinco hijos y a todos los sacó adelante-; alegres, como mi tita Nelly, y cuenta historias como abuelita Nuri. A todas esas visitas, homenajes y fiestas voy con mi mamá, Daniela.
De niña me gustaba recibirla en la casa con acertijos; eran pequeñas pistas que le dejaba en la puerta, el zaguán, la sala o por donde ella pasaba, para llevarla al lugar donde le había dejado un cariñito: galletas, dulces, tarjetas, algo que alegrara su día.
Veíamos películas juntas, mandábamos a traer comida y pasábamos el día entretenidas, haciendo lo que más nos gustaba. Otras veces salíamos a pasear, después de un intenso día laboral.
Mami ha sido muy buena madre; me ha dado un buen ejemplo de ser trabajadora, fiel en la iglesia, y una extraordinaria mujer.
Siempre me ha apoyado en todos mis proyectos; es mi fuente de inspiración, ya que es muy luchadora, hemos tenido diferencias y nuestras propias pruebas, sin que eso afectara nuestro mutuo amor.
Gracias a ella he podido hacer muchas cosas; como fundar mi propia empresa, dar conferencias, conocer culturas diferentes, participar en entrevistas, tener redes sociales y amigos maravillosos. Con ella cada momento cuenta, y son extraordinarios.
Estoy segura que cada madre ha sido especial; ser madre es una labor ardua y -a veces- poco reconocida, pero siempre tendrán un lugar muy importante en nuestra vida.
Ellas son magníficas y esenciales. Ustedes hacen una excelente labor. El solo hecho de que se les haya dado esa responsabilidad, es muy inspirador para los demás.
A todas las mamás del mundo: ¡Feliz día de la Madre!
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