Imagen por Andrej Isakovic
Belgrado, Serbia | AFP Miles de integrantes y activistas de la comunidad LGBTQ se manifestaron el sábado en Belgrado con motivo del EuroPride –la Marcha del Orgullo europea–, con protección policial y pese a la prohibición de desfilar por parte de las autoridades, que anunciaron más de 60 de detenciones.
El desfile debía ser el punto álgido de ese evento paneuropeo que cada año se celebra en una ciudad distinta del continente, pero que el ministerio serbio de Interior prohibió el pasado martes alegando motivos de seguridad.
Pese a la cancelación oficial de la marcha, los manifestantes pudieron recorrer varios cientos de metros bajo la lluvia, entre el Consejo Constitucional y un parque cercano, un trayecto muy reducido en comparación con el inicialmente previsto.
El ministro del Interior serbio, Aleksandar Vulin, insistió en que se había cumplido la prohibición y que la gente simplemente fue “escoltada a un concierto”.
La primera ministra del país balcánico, Ana Brnabic, que es abiertamente homosexual, dijo que 64 personas fueron arrestadas y diez policías resultaron heridos el sábado, pero subrayó que estaba “orgullosa” de que el día terminara “sin incidentes importantes”.
Los medios locales informaron de altercados fuera del evento, incluido con un grupo de hooligans, que tiró bengalas contra los agentes, y también de daños a vehículos policiales.
“He estado en varias Prides pero esta es un poco más estresante que las otras”, aseguró a la AFP Yasmin Benoit, modelo y activista, ante el Consejo Constitucional, lugar previsto para el inicio del desfile.
“Soy de Reino Unido, donde todo el mundo es más solidario”, explicó. “Pero aquí, esto es realmente lo que debería ser un Orgullo”, agregó, refiriéndose a la lucha social en los orígenes del movimiento.
“Estamos luchando por el futuro de este país”, subrayó Luka, un manifestante serbio que prefirió no dar su apellido.
“Estoy aquí para preservar las tradiciones, la fe y la cultura serbia, que están siendo destruidas por los sodomitas”, dijo a la AFP Andrej Bakic, un contramanifestante de 36 años que formaba parte de un grupo rodeado por la policía.
– “Aprobación implícita de la intolerancia” –
La prohibición de realizar la marcha provocó la indignación de oenegés proderechos humanos y suscitó críticas internacionales, con más de 20 países presionando para que la celebración no fuera prohibida, así como de la Unión Europea (UE).
“La decisión del gobierno serbio de cancelar el EuroPride es una rendición vergonzosa y una aprobación implícita de la intolerancia y las amenazas de violencia ilegal”, dijo Graeme Reid, director del programa de derechos LGTB de Human Rights Watch.
Al menos 15 miembros del Parlamento Europeo habían anunciado que se unirían a la marcha del Orgullo en una muestra de solidaridad.
Serbia es candidata a la UE desde hace una década, pero los estados miembros han mostrado su preocupación a lo largo de los años por su situación en materia de derechos humanos.
El matrimonio entre personas del mismo sexo no es legal en este país de siete millones de habitantes donde la homofobia sigue fuertemente arraigada, pese a algunos avances contra la discriminación.
Las marchas del Orgullo de 2001 y 2010 fueron atacadas por la extrema derecha y se vieron empañadas por la violencia contra los participantes. Desde 2014, este evento se celebra sin incidentes de calado, pero siempre bajo protección policial.
El pasado fin de semana, miles de personas salieron a la calle en la capital serbia en contra de la marcha de este año.
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