El sábado 16 de abril 2022, miles de personas se manifestaron en París y otros puntos del país (como Lyon y Marsella) para mostrar su absoluto rechazo a la candidata Marine Le Pen. Estas protestas se enmarcan en el proceso de balotaje -segunda vuelta de las elecciones- para elegir a su presidente, el próximo 24 de abril.
En la marcha participaron unas 9.200 personas que desfilaron hasta la plaza de la República (en París) según el Ministerio del Interior. En total, a nivel nacional, fueron casi 23.000 de acuerdo con las cifras oficiales.
“Venir a manifestarse contra los resultados de unas elecciones es profundamente antidemocrático” dijo Marine Le Pen ante la prensa en Saint-Rémy-sur-Avre (Eure-et-Loir). De resultar ganador su partido: La Agrupación Nacional, ella sería además de la primera mujer en gobernar la República; la primera mandataria democrática de extrema derecha de la historia de Francia.
Aunque el grito colectivo era para impedir el paso a Le Pen hacia la presidencia, no significaba un llamado a votar por Macron. Mientras las marchas sucedían, Macron participaba en un mitin en Marsella, bastión de Mélechon, en un abierto guiño a los votantes de izquierda y jóvenes (quienes tienen la ecología entre sus principales preocupaciones).
Prometió que, de ser reelecto su primer ministro estará “directamente encargado de la planificación ecológica” y contará para ello con dos “ministros fuertes”, uno de “planificación energética” y otro de “planificación ecológica territorial”. El objetivo, aseveró, es convertir a Francia en la “primera gran nación que sale del gas, del petróleo y del carbón”.