Los vientos capaces de lanzar a una persona al vacío; la nevada, la falta de oxígeno y temperaturas de 35 C, bajo cero, obligaron a la montañista tica, Ligia Madrigal, a bajar al Campo Dos, a 6.500 m, para esperar una mejoría climática, y subir a la cima del Everest.
Todavía este viernes la heroica escaladora estaba a menos de 800 m de la cumbre, y su plan consistía en llegar en pocos días; pero debido al elevado nivel de riesgo, prefirió descender y recuperar fuerzas para intentar otro ascenso.
Los expedicionarios están bien de salud y ánimo, agotados porque llegar a 8.000 m conllevó un gran esfuerzo físico, y según escribió Ligia en sus redes sociales “la montaña y la naturaleza mandan, y hay que hacer caso”.
Mientras tanto, Warner Rojas, salió este viernes hacia la cumbre, en un grupo más pequeño de aventureros, con la esperanza de llegar -por segunda vez- a la cúspide, el martes 23 de mayo.
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