La tribu de los alconquinos -nativos de América del Norte- dieron varios nombres a las diferentes lunas llenas del año, coincidiendo con algún acontecimiento agrícola, cultural o de temporada.
Basados en ese calendario lunar, la noche de este miércoles y jueves santo, el plenilunio de abril corresponde a la Luna Rosada, lo cual no significa que el astro cambiará de color, si no que se asocia con una hierba de ese tono.
Se trata de la planta silvestre phlox, una de las primeras en florecer en la primavera en el hemisferio norte.
Los católicos la denominan “Luna de Pascua”, ya que coincide con las celebraciones litúrgicas de esa religión, y que alcanzará su esplendor el Jueves Santo.
A partir de las 10:45 de la noche, será el mejor momento para observar la Luna, a simple vista o bien con unos binoculares; este instrumento permitirá a los aficionados mirar las manchas y cráteres selenitas, con claridad.
—