Imagen por Elijah Nouvelage
Washington, Estados Unidos | AFP Millones de votantes participarán en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre para elegir entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump.
Sin embargo, el sistema electoral estadounidense es tan particular que un puñado de estados podrían decidir el desenlace de los comicios.
Para estas elecciones no cuenta la mayoría de votos en todo el país, sino el resultado en cada estado, que le asigna a cada candidato un cierto número de votos electorales. El objetivo es superar el umbral de los 270.
Estos son algunos de los estados susceptibles de moverse de un bando a otro:
-Arizona-
Hasta Joe Biden, los ciudadanos de Arizona no habían votado por un candidato presidencial demócrata desde Bill Clinton en 1996.
El demócrata logró esa hazaña al ganar allí con una ventaja de solo 10.457 votos frente a Donald Trump.
Biden viajó este martes a ese estado fronterizo con México para convencer a los residentes de que repitan la proeza.
Trump, por su parte, busca recuperar Arizona seduciendo a los votantes frustrados por la política migratoria de su sucesor.
Están en juego 11 votos electorales.
-Nevada-
Biden también visita este martes Nevada, un estado del oeste de Estados Unidos conocido por sus casinos que no ha votado por un republicano desde George Bush hijo en 2004.
Sin embargo, los conservadores están convencidos de poder dar un gran golpe y ganar en noviembre. Por el momento, las encuestas les dan la razón.
En este estado cuentan particularmente con la comunidad latina, que tradicionalmente vota por los demócratas, pero que cada vez más se inclina hacia el lado republicano. Allí son 6 los votos electorales en disputa.
– Pensilvania –
Trump ganó por poco en 2016 y Biden lo derrotó también por la mínima en 2020. No hay duda de que Pensilvania será uno de los estados más disputados este año.
Se trata de un estado marcado durante décadas por el declive industrial. Biden espera conservar el apoyo de sus votantes gracias a importantes proyectos de infraestructura que ha aprobado durante su mandato.
Por su parte, Trump capitaliza a la población blanca rural, a la cual le promete un futuro sin inflación ni criminalidad. Pensilvania asigna 19 votos electorales.
– Georgia –
Este estado aporta 16 votos electorales y tradicionalmente se decanta por el candidato republicano. Sin embargo, cuenta con importantes movimientos antirracistas y una gran comunidad afroestadounidense que en 2020 prefirió al demócrata Joe Biden.
Trump nunca ha reconocido su derrota en este estado y se le acusa de haber ejercido presión electoral sobre las autoridades estatales.
– Míchigan –
En 2016, Trump dio la sorpresa al ganarle a Hillary Clinton en este estado, considerado como un histórico bastión demócrata.
A su vez, en 2020, Biden recuperó a votantes blancos de los suburbios, a los trabajadores sindicalizados y a su gran comunidad negra.
Sin embargo, este año corre el riesgo de perder el apoyo de los árabes-estadounidenses que critican el respaldo del demócrata a Israel.
Este estado reparte 15 votos electorales.
-Wisconsin-
Biden ganó en 2020 en ese estado de la región de los Grandes Lagos considerado como la despensa lechera de Estados Unidos. Reconfortado por algunas encuestas, espera repetir su victoria en noviembre.
Los republicanos, en cambio, están convencidos de poder recuperar esos 10 votos electorales que asigna el estado, al punto de organizar su gran convención de julio en Milwaukee, la ciudad más grande de Wisconsin.
– Posibles sorpresas –
Cada elección tiene su factor sorpresa.
Los analistas políticos no descartan que estados como Carolina del Norte, Ohio, Florida o Texas, con los que cuentan los republicanos, o New Hampshire, supuestamente afín al candidato demócrata, desafíen las predicciones.
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