El león rojinegro rugió tres veces en la catedral del fútbol, y dejó tendido sobre el césped al monstruo tibaseño, que intentará remontar el marcador -este domingo a partir de las seis de la noche en Tibás- para evitar la Gran Final contra Alajuela.
Una demostración de poderío futbolístico avasalló a los campeones, que en el primer partido de la serie semifinal, ni siquiera pudieron intimidar al guardavallas manudo, Leonel Moreira.
Desde el pitazo inicial los liguistas se lanzaron con furia sobre la meta morada; solo la suerte y la capacidad del meta Kevin Cambronero impidió una goleada escandalosa.
La debacle morada comenzó con la expulsión de David Guzmán, un jugador problemático que perdió los estribos, por darle una cachetada cariñosa a su rival Aarón Suárez.
Los saprissistas quedaron desguarnecidos en el medio campo y el rojinegro Alex López jugó sin marca; Carlos Mora -el hombre sensación del certamen- entraba y salía de la zaga morada sin control, y los manudos aprovecharon la ventaja.
Así cayeron los goles del león liguista: un autogol de Pablo Arboine (56 m); siguió un obús de Alex López (59 m) y la estocada final de Carlos Mora (84m). El tres a cero enloqueció a la fanaticada, que celebró con una trifulca en la gradería.
El domingo Saprissa recibirá en su reducto a los liguistas, ilusionados con el tres a cero, para pasar sin problemas a la Gran Final y, al cabo de otros dos partidos, tal vez levantar la Copa 31.