La propuesta de Rodrigo Chaves de legalizar el consumo de marihuana, de uso recreativo -proyecto No. 23,383 presentado este jueves en el Congreso – suscitó el revuelo de varios legisladores, sobre todo de Nueva República y la Unidad.
Regular el comercio de esa droga -aseguró Chaves- fomentará la generación de empleo, elevará la recaudación de impuestos, liberará a la policía para atender delitos graves, entre los beneficios más relevantes.
El gobernante enfatizó: “los grupos criminales, las bandas, los narcos, se han aprovechado, ganan dinero con eso y se está exponiendo la integridad de los consumidores.”
La legalización del sicotrópico va más allá de un asunto económico -protestó Fabricio Alvarado -líder de los neorepublicanos-; “hay que verlo desde el punto de vita social y de seguridad también.”
El parlamentario anunció su oposición a la iniciativa de Chaves, por el peligro que entraña para los niños y adolescentes, además de que tampoco eliminaría el comercio ilícito.
La jefa de la bancada rojiazul, Daniela Rojas, se refirió a la experiencia de Canadá, Uruguay y varios estados norteamericanos, en cuanto a regular el consumo de marihuana, y su impacto en el control de la venta ilegal.
A Rojas le pareció una “buena oportunidad para recibir recursos frescos”, siempre que las reglas sean claras para supervisar la producción, comercialización y consumo de marihuana.
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