Con una leve mejoría en su juego -sobre todo más entusiasmo- la Sele cayó vencida por México, dos goles contra cero, y se despide de la Copa Oro con más pena que gloria, a la espera de la decisión final sobre el futuro del entrenador.
En el primer tiempo la escuadra nacional controló las arremetidas atropelladas de su rival, intentó algunos remedos de contragolpe, y se defendió de los ataques mexicanos, un cuadro que exhibió un nivel bastante bajo.
La tricolor mostró fallas en todas sus líneas, pero ante México los jugadores intentaron suplir sus carencias técnicas, físicas y estratégicas, con improvisadas corridas hacia el marco del contrincante, que fueron fácilmente controladas.
Al minuto 50, el árbitro hondureño Said Martínez, aplicó con rigurosidad el reglamento y pitó un penal a favor de México, tras un forcejeo entre Kendall Waston y Henry Martin.
La falta la ejecutó con precisión Orbelín Pineda, ante un portero tico -Kevin Chamorro- que solo atinó a rezar antes del remate.
Desde ese momento los nacionales decayeron en su juego, nunca intentaron ir por empate -menos por el triunfo-, y al minuto 87 Erick Sánchez anotó el segundo tanto azteca, para maquillar una pobre victoria ante un cuadro débil.
Los seleccionados regresarán a Costa Rica para incorporarse a sus equipos, prepararse para el inicio del torneo local; el entrenador, Luis Fernando Suárez, sigue aferrado a su puesto, y serán los federativos quienes decidan si lo despiden o no.
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