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Bombay, India | AFP | En su estudio profesional de Bombay, la maquilladora india Debasree Banerjee seduce a medio millón de internautas de todo el mundo con sus tutoriales basados en un concepto sencillo: la belleza morena.
La audiencia de esta influencer de 34 años se extiende desde India hasta Estados Unidos, pasando por Oriente Medio, dondequiera que haya mujeres con tonos de piel más oscuros, durante mucho tiempo ignorados por la industria cosmética.
“Tengo muchas seguidoras fuera de India, y creo que probablemente es porque tenemos el mismo tono de piel”, explica a la AFP.
“Pueden ver el efecto de un producto en mi piel, cómo un labial combina con mi tono de piel y sentir que hacen parte de una comunidad”, afirma la mujer.
Banerjee empezó a grabar videos de maquillaje hace diez años en su tiempo libre. Acababa de graduarse de la universidad y se había mudado a Bombay para trabajar en el comercio.
– Rihanna “cambió todo” –
Ahora se gana la vida como influencer de belleza y moda en Instagram y YouTube a tiempo completo.
Tras seguir a varias influencers rubias como Tanya Burr o Fleur De Force, Debasree se dio cuenta de que faltaban morenas.
Según ella, Rihanna, nacida en Barbados, sacudió las cosas cuando lanzó su marca de maquillaje Fenty Beauty en 2017, con 40 tonos distintos de bases.
“Fenty Beauty cambió todo por completo”, dice, “creo que fue entonces cuando la gente entendió el problema”.
Sin embargo, según ella, algunas marcas internacionales todavía tienen “un largo camino por recorrer”.
“Todavía veo productos lanzados en tres o cuatro tonos que llaman ‘universales’. Es absurdo”, añade.
– Un bolso Dior –
El acceso a internet, el aumento de los ingresos y la mayor población joven del mundo hicieron estallar el mercado indio de los cosméticos.
Actualmente esta industria mueve 15.000 millones de dólares al año a escala nacional. Euromonitor prevé que esta cifra se duplique de aquí a 2030.
“La gente solía pensar que la piel morena no era bonita”, dice a la AFP Faby, otra influencer de Bombay, “pero estamos empezando a aprender a querernos a nosotras mismas”.
Faby tiene casi 900.000 seguidores en Instagram y se ha consolidado como una de las mejores maquilladoras de India.
Transformó casi todo su apartamento en un estudio con luces profesionales, equipo fotográfico y decorados retráctiles para personalizar sus tutoriales.
Es un trabajo exigente, con sesiones fotográficas que se prolongan hasta altas horas de la noche. Pero el dinero que Faby gana colaborando con marcas le permite vivir bien y mantener a su madre.
“Fue difícil, pero ahora tengo mi propio bolso Dior y puedo permitirme lo que quiera”, dice Faby, “¡Gracias a mis seguidores!”.
El gobierno indio impuso el año pasado un impuesto del 10% a los regalos de más de 20.000 rupias (244 dólares).
– Influencers de los pobres –
El mercado indio de influencers, que equivale a unos 120 millones de dólares, está ahora parcialmente gravado. Sobre todo la promoción de productos de marca, que la gran mayoría de los indios no pueden permitirse.
El precio medio de un labial de una gran marca internacional ronda las 2.000 rupias (24 dólares), es decir más de la mitad de lo que gastan los hogares indios en la compra semanal de alimentos, según la empresa británica de estudios de mercado Kantar.
Ante esta realidad, algunas influencers proponen ideas para embellecerse por menos.
Es lo que hace Kavita Jadon, ama de casa de 34 años y madre de dos hijos cerca de Nueva Delhi, que tiene más de 169.000 seguidores en Facebook.
Con sus consejos de “hágalo usted mismo”, permite a sus seguidores “estar más guapas” a menor costo, explica a la AFP.
A diferencia de Banerjee y Faby, Kavita graba sus videos con un teléfono básico y un programa de edición gratuito.
“Utilizar grandes marcas no es esencial, los productos de belleza locales y caseros también funcionan”, afirma.
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