Imagen por AHMAD GHARABLI
París, Francia | AFP Mostrar lo indescriptible. Israel multiplica las proyecciones en el extranjero de las crudas imágenes del asesinato de cientos de sus ciudadanos por comandos de Hamás el 7 de octubre.
Después de las sedes de la ONU en Nueva York y Ginebra, Washington, Berlín, Bruselas, Madrid o Santiago de Chile, los 44 minutos de horror se proyectaron este martes en París a unos 50 periodistas.
“Hemos hecho esta proyección en una treintena de países. Pensamos que es importante que la gente sepa qué pasó el 7 de octubre”, explicó a AFP el portavoz de la embajada de Israel en Francia, Hen Feder.
En momentos en que se oyen cuestionamientos, sobre todo en países árabes, sobre la realidad de la masacre, “tratamos de hacer llegar el mensaje a través de los medios” de comunicación de que la matanza fue algo bien real, agregó.
El gran público no tiene acceso al film.
En París, una de las invitadas abandonó la sala llorando antes del final de la proyección. El resto vio las insoportables escenas en completo silencio.
La pantalla mostraba cadáveres ensangrentados, calcinados y torturados de hombres, mujeres y niños; cuerpos que ya no lo parecen; tirados entre la maleza, en salones, en baños; un reguero de sangre de varios metros sobre unas baldosas claras…
Más de 1.400 personas murieron del lado israelí el 7 de octubre, entre ellos más de 1.100 civiles, masacrados por los comandos islamistas de Hamás, que tomaron además como rehenes a por lo menos 240 personas, según el balance de las autoridades israelíes.
Israel afirma disponer de cientos de horas de imágenes extraídas de las cámaras corporales y de celulares de algunos de los cientos de combatientes de Hamás muertos o capturados, de las redes sociales del grupo islamista y de los teléfonos celulares de las víctimas y de los socorristas, indica la diplomacia israelí.
Las imágenes muestran también a hombres armados que matan a civiles, sobre todo en el kibutz (granja colectiva) de Beeri, donde 85 personas fueron asesinadas, 26 secuestradas y cuatro están desaparecidas; o acribillando a jóvenes que huían de un festival de música, donde más de 270 personas perdieron la vida.
“Lo más difícil es la irrupción de una violencia atroz en los hogares de la gente”, subraya un periodista de AFP que vio las imágenes en Israel, afirmando que le atormenta la escena de un padre asesinado delante de sus dos hijos de no más de 12 años. Las cámaras de seguridad de su casa captarán a uno de los niños gritando: “¿Por qué sigo vivo?”.
“Seguiremos presentando las atrocidades” de Hamás para “mostrar y recordar al mundo que nos enfrentamos a una organización terrorista cuyo objetivo es la destrucción de Israel”, afirmó el viernes en un comunicado el representante de Israel ante la ONU, Guilad Erdan.
El diplomático denunció “la alegría de matar” que los comandos de Hamás dejan translucir en los videos, en los que se los ve reír y gritar “Allah Akhbar” (Dios es el más grande, en árabe).
“Israel no se detendrá y no habrá cese el fuego hasta que logremos los objetivos que nos fijamos: destruir Hamás y traer a casa a nuestros rehenes”, aseguró ese día Erdan tras una proyección en Nueva York ante decenas de diplomáticos extranjeros.
– “Guerra de imágenes” –
“No dejaremos de recordar al mundo la inimaginable crueldad de Hamás, sobre todo ahora que la operación en la Franja de Gaza se intensifica”, declaró en el mismo comunicado el cónsul general interino de Israel en Nueva York, Aviv Ezra.
“Es importante que el mundo entienda por qué es clave que la operación continúe hasta que la amenaza de Hamás sea eliminada y que los rehenes vuelvan” a sus hogares, añadió.
En París, el portavoz Hen Feder rechazó cualquier vínculo entre las críticas que enfrenta Israel y la proyección del film.
Esta estrategia de comunicación genera polémica, según los expertos, en un momento en que la imagen de Israel se resiente en el extranjero por sus incesantes bombardeos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre.
Según el Ministerio de Salud de Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, más de 10.000 personas murieron desde entonces en el territorio palestino, en su mayoría civiles y más de 4.000 de ellos niños.
Mostrar estas imágenes aparece como un “último recurso” de Israel, que por el momento “sale perdiendo en el campo de la comunicación”, sostiene Jérôme Bourdon, sociólogo y profesor de la universidad de Tel Aviv.
Arnaud Mercier, profesor de Comunicación en París, lo ve como un “intento desesperado” y una vana “huida hacia adelante” de Israel en su “batalla de imágenes” contra Hamás.
“Mostrar la crudeza de los horrores en Israel no significa borrar la crudeza de los horrores” cometidos en Gaza, afirma.
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