Por primera vez la escuela, la iglesia y 30 clientes de La Riviera de Coto, en Golfito, tendrán servicio de electricidad y podrán refrigerar alimentos y otros productos necesarios para su vida cotidiana y laboral.
“Estas obras favorecen la calidad de vida de las familias, la prestación de servicios públicos y el desarrollo económico”, dijo Roberto Quirós, gerente de Electricidad del ICE.
Aparte de “la luz”, la empresa de energía construyó un camino de acceso a la comunidad, por el cual acarrearon el material para la instalación de una línea monofásica de cuatro kilómetros y otra secundaria de dos.
La electrificación incluye la colocación de 30 postes metálicos, y 20 de concreto –que servirán en el mediano plazo para llevar fibra óptica al sitio–, dos transformadores y alumbrado público.
Como parte de los componentes de sostenibilidad, fueron instalados dispositivos antiescalamiento para fauna, y en el corto plazo, la construcción de un paso aéreo para la protección de las especies arborícolas que habitan en la zona.
Fuentes del ICE anunciaron que impulsaran este tipo de proyectos eléctricos, en regiones de baja densidad poblacional, principalmente en Limón, Puntarenas, Guanacaste, San José, Cartago y los diferentes territorios indígenas.
En Puntarenas, ejecutan tres proyectos para llevar electricidad a 124 clientes de Buenos Aires, Osa y Corredores, con 23 kilómetros de líneas.
En Guarumalito y Fila El Tigre –de Puriscal–, se ejecutan obras con otras instituciones para habilitar 32 servicios con 5,2 kilómetros de líneas. Los cinco proyectos empezaron a desarrollarse en el último año.
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