Las celebraciones navideñas y de Año Nuevo, con los excesos que a veces se cometen, podrían tener su origen en una antigua tradición que data del Imperio Romano.
Era una festividad pagana conocida como las “saturnalias”, celebradas el 25 de diciembre.
Ese día los ricos daban regalos a los pobres, los amos servían a los esclavos y estos elegían un rey títere, que gobernaba por un día; intercambiaban regalos y vestiduras, había jolgorios, juegos y excesos en la comida y la bebida.
Los detalles cambiaron, pero ese es el mismo tono que está en el fondo de las modernas fiestas navideñas y de fin de año.
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