Aparte de emitir una alerta de seguridad -para los turistas o residentes norteamericanos- la embajada de USA en Costa Rica, previno sobre las maneras agresivas de los conductores costarricenses.
La sede diplomática señaló una serie de actitudes violentas en las carreteras del país, debido -entre otras razones- al congestionamiento generado por el inicio del curso lectivo.
Entre las medidas preventivas sugieren: tomar nota mental del aspecto del agresor; anotar el número de placa, la marca y modelo del vehículo, así como el lugar y hora del incidente vial.
Para los representantes norteamericanos el tránsito en San José es “desafiante”, y eso puede derivar en actos de violencia, agresión psicológica o verbal.
Debido a la ola de delincuencia, registrada y difundida por la autoridades policíacas y judiciales, la embajada norteamericana ubicó a Costa Rica en un nivel de seguridad 2, de una escala de 1 al 4.
El ministro de seguridad, Jorge Torres, manifestó que ignora cuáles parámetros utilizaron los estadounidenses para tomar esa decisión, y que “no somos un país inseguro”.
Los datos del OIJ indican que -en enero y febrero de este año- se cometieron 142 crímenes, poco más de dos asesinatos diarios.
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