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París, Francia | AFP De los pioneros de Uruguay-1930 al espectáculo total de escala planetaria de Rusia-2018, pasando por la magia de ‘O Rei’ Pelé y de Diego Maradona, el Mundial de fútbol, cuya edición de 2022 se juega en Catar desde el 20 de noviembre, está lleno de grandes y pequeñas historias.
I – Uruguay, de su éxito en casa al ‘Maracanazo’
El 13 de julio de 1930, en el estadio Pocitos de Montevideo, el francés Lucien Laurent marcó el primer gol de un torneo que con el tiempo llegó a convertirse en el más importante del fútbol, el Mundial.
Un futbolista francés dio el pistoletazo de salida a la aventura en una competición ideada por un compatriota, Jules Rimet, presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). Francia ganó entonces 4-1 a México en el primer partido del primer Mundial.
La ‘Celeste’ uruguaya, con el estatus entonces de mejor equipo del mundo tras los oros olímpicos de 1924 y 1928, fue el campeón de ese Mundial, tras superar 4-2 a Argentina.
La Italia de Vittorio Pozzo, único entrenador dos veces vencedor del trofeo, sucedió en el palmarés a los uruguayos al ganar las dos ediciones siguientes. La primera, en casa en 1934, ante la mirada de su líder Benito Mussolini, que utilizó la competición como herramienta de propaganda.
Los italianos vencieron a Checoslavaquia en la final, después de haber eliminado en semifinales a la Austria (1-0) de Matthias Sindelar, el ‘Mozart del fútbol’, que era el símbolo de aquella “Wunderteam” y que murió en 1939 en condiciones misteriosas, después de haberse negado a jugar para la Alemania hitleriana post-Anschluss.
En 1938, Italia repitió éxito con Silvio Piola y Giuseppe Meazza. Ganó entonces 4-2 a Hungría en la final de un torneo jugado en Francia.
Brasil alcanzó por primera vez las semifinales, una ronda a la que llegó luego en repetidas ocasiones (once, hasta el momento).
La Seleçao tuvo que esperar para ser campeona del mundo. Creía tenerlo en su mano en el Mundial organizado en 1950 en su país, pero vivieron una de las grandes desilusiones de la historia, el ‘Maracanazo’, cuando cayeron 2-1 ante Uruguay.
En la única edición concluida por un grupo de cuatro equipos, Brasil arrolló a Suecia (7-1) y España (6-1). Un empate le bastaba aquel 16 de julio de 1950. Pero a pesar del gol de Friaca (47), Brasil perdió. Juan Schiaffino (66) hizo temblar a los brasileños y Alcides Ghiggia les terminó de crucificar al batir al arquero Barbosa (79), que durante toda su vida tuvo que escuchar hablar de ese gol histórico.
II – Brasil reina por fin
En 1954, en Suiza, el favorito perdió en la final. La maravillosa Hungría de Ferenc Puskas, uno de los equipos más legendarios de todos los tiempos y el primero que ganó a Inglaterra en Wembley (6-3), en 1953, iba aplastando a todos, incluyendo la República Federal Alemania (8-3) en la fase de grupos, pero tropezó en el último escalón, cayendo ante esa misma RFA por 3-2, ¡pese a haber ido dominando ya 2 a 0 después de apenas ocho minutos!
Los alemanes celebraron ese título como su regreso simbólico al panorama internacional, nueve años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
El turno del primer título de Brasil llegó en 1958, con un joven príncipe de 17 años, Pelé, que pronto se convirtió en rey. El equipo verdeamarillo terminó su exhibición con dos 5-2, en semifinales ante la Francia de Raymond Kopa y Just Fontaine (13 goles en una misma edición, récord absoluto), y en la final contra el anfitrión Suecia. Como en 1934, 1950 y 1954, el subcampeón abrió el marcador, antes de verse luego superado.
Este título de 1958 fue el primero para Brasil, que ganó luego la edición de Chile-1962 y la de México-1970, ambas con Pelé, único futbolista tres veces campeón del mundo.
En Chile, Pelé no pudo llegar al término del torneo ya que se lesionó en el segundo partido ante los checoslovacos. Brasil volvió a verse las caras con esa selección europea, que se adelantó por medio de Josef Masopust, antes de que los sudamericanos ganaran 3-1 y volvieran a levantar el trofeo.
En 1966, Pelé se vio otra vez frenado, pero esa vez irregularmente. Tras sufrir el juego duro del búlgaro Dobromis Jetchev (2-0), ‘O Rei’ se perdió el siguiente partido pero volvió, sin estar al 100%, para el partido decisivo contra Portugal, donde Joao Morais emuló a Jetchev.
Inglaterra terminó triunfando en casa en Wembley, en una final emocionante ante la RFA (4-2 tras prórroga), marcada por el triplete de Geoff Hurst. El tanto del 3-2 fue muy controvertido: nunca se supo si el disparo, que golpeó en el larguero en el 101, entró dentro del arco alemán o no.
Esa edición estuvo también marcada por la actuación de Corea del Norte, que sorprendió a Italia (1-0) y llegó a cuartos de final, donde fue eliminada por un Portugal genial: Eusebio fue autor de cuatro tantos para eliminar a los norcoreanos (de 0-3 a 5-3).
El último título mundial de Pelé fue en México en 1970. En esa final, Brasil goleó 4-1 a Italia.
Esa campaña mexicana estuvo salpicada de varias acciones de genio de Pelé, que se recuerdan décadas después.
El primer Mundial en suelo mexicano fue también en el de Italia-RFA de leyenda en semifinales, con cinco goles en la prórroga (4-3 finalmente para la Azzurra).
III – Los alemanes y los argentinos marcan una época
La ‘era samba’ brasileña deja paso a una nueva ‘realpolitik’ alemana en el fútbol. En 1974, la RFA de Franz Beckenbauer vence a los Países Bajos de Johan Cruyff (2-1) y a su revolucionario fútbol total. Los ‘Oranje’ habían abierto el marcador en esa final, en el minuto dos con un penal de Johan Neeskens, pero los alemanes remontaron.
Los neerlandeses habían sobrevolado el torneo hasta entonces, goleando 4-0 a Argentina, venciendo 2-0 a la República Democrática Alemana y también a Brasil por ese resultado.
Esa edición tuvo también como protagonista a Polonia, liderada por Grzegorz Lato. Ese equipo fue tercero, igual que años después en España-1982.
En 1978, Países Bajos volvieron a perder una final, esa vez sin Cruyff. El campeón fue el anfitrión Argentina, que consiguió así su primer título mundial, de la mano de Mario Kempes.
El dominio alemán volvió en los ‘eighties’. Tras ser campeona de Europa en 1980, la RFA disputó tres finales mundiales seguidas, aunque solo ganó la tercera, la de Italia-1990.
En 1982, la Italia de Paolo Rossi se impuso 3-1 en la final de Madrid, coronándose tras un torneo que había empezado mal, ¡con tres empates en la primera fase, que estuvieron a punto de dejarla eliminada!
Luego los italianos ganaron 2-1 a Argentina y 3-2 a Brasil en la segunda fase de grupos. Con un doblete en ‘semis’ ante Polonia y un gol en la final ante la RFA (3-1), Rossi terminó como máximo anotador con seis tantos y acabó el año como Balón de Oro.
El Mundial-1982 fue un fracaso para el anfitrión España, que solo ganó un partido, ante Yugoslavia (2-1), y que decepcionó sobre todo al caer ante Irlanda del Norte (1-0) y empatar ante Honduras (1-1). Los españoles se despidieron en la segunda fase de grupos.
En 1986, la RFA perdió otra final, 3-2 ante Argentina, donde el líder era Diego Maradona.
El ‘Pelusa’ marcó cinco goles en el torneo, entre ellos dos ‘dobletes’, ante Inglaterra en cuartos (2-1) y Bélgica en semifinales (2-0). Los dos tantos ante los ingleses entraron en la historia: el primero fue el de la ‘Mano de Dios’, una acción controvertida no señalada por el árbitro y que hizo subir el tanto al marcador, y el segundo, el tanto más recordado de la historia de los Mundiales, regateando a medio equipo inglés.
México-1986 marcó también la primera clasificación de un equipo africano para la segunda fase. Marruecos dominó un grupo en el que estaban Inglaterra, Portugal y Polonia.
En la final, Maradona tuvo un seguimiento total de los alemanes, pero consiguió dar el gol de la victoria a Jorge Burruchaga.
En 1990, el genial número 10 argentino llevó de nuevo a Argentina a la final, pero esa vez los alemanes se tomaron la revancha (1-0). Por primera vez, el subcampeón se quedó a cero goles en la final.
Los otros héroes de Italia-1990 fueron los ‘Leones Indomables’ de Camerún, que liderados por Roger Milla llegaron a cuartos de final, donde Inglaterra (3-2 tras prórroga) puso punto final a su aventura.
En 1994, Estados Unidos acogió el torneo supremo del fútbol y por primera vez no se marcó ningún gol en la final. Brasil e Italia igualaron 0-0 y el título se decidió en la tanda de penales, con 3-2 para los sudamericanos. El lanzamiento de Roberto Baggio, la estrella italiana del momento, se fue demasiado alto.
La sorpresa del torneo fue Bulgaria. Su figura, Hristo Stoichkov, terminó como máximo goleador del torneo igualado a seis tantos con el ruso Oleg Salenko, que logró cinco de esos tantos en un mismo partido, en el 6-1 sobre Camerún.
IV – La hegemonía de Europa
Europa ganó todos los Mundiales siguientes, salvo el de 2002, donde se coronó Brasil.
En 1998, Francia fue campeona por primera vez, siendo anfitriona y con un 3-0 sobre Brasil en la final, gracias sobre todo a un ‘doblete’ de Zinedine Zidane.
En octavos de final, los franceses sufrieron mucho para ganar 1-0 a Paraguay en la prórroga, con el primer ‘gol de oro’ de la historia de la competición. En cuartos, Francia superó a Italia en la tanda de penales y en semifinales ganó por la mínima a Croacia (2-1).
Ronaldo y Brasil triunfaron luego en 2002, en el que es el último título de una selección sudamericana en el Mundial. ‘El Fenómeno’ firmó ocho tantos, incluyendo los dos de la victoria en la final ante Alemania (2-0).
El anfitrión surcoreano, entrenado por el neerlandés Guus Hiddink, fue la sensación llegando a semifinales y eliminando a Italia en octavos y España en cuartos. Alemania le derrotó en semifinales (1-0).
En 2006 y 2010, las finales fueron 100% europeas. Italia y Francia jugaron la de Alemania-2006 en Berlín, que se decidió en la tanda de penales para la Azzurra y que pasó también a la historia por la expulsión de Zidane, por un cabezazo a Marco Materazzi, en el partido de despedida como jugador del astro francés.
En ese torneo de 2006 tuvo lugar la ‘batalla de Núremberg’, en un partido de octavos de final entre Países Bajos y Portugal. Balance: cuatro tarjetas rojas y dieciséis amarillas. Los lusos quedaron eliminados.
En 2010, en el primer Mundial en África, España y Países Bajos jugaron la final y la ‘Roja’ se coronó por primera y hasta ahora única vez en su historia gracias a un tanto de Andrés Iniesta en los últimos instantes de la prórroga (1-0).
Se coronaba así a la ‘Generación de Oro’ del fútbol español, con Iniesta, Xavi Hernández e Iker Casillas, entre otros, ganadora además de las Eurocopas de 2008 y 2012. Países Bajos volvía a quedar como el subcampeón, como en 1974 y 1978.
Ghana llegó en 2010 a cuartos de final y estuvo a punto de ser el primer semifinalista mundial de África, pero Asamoah Gyan falló un penal en el último instante que hubiera clasificado a las ‘Estrellas Negras’. En la tanda de penales que siguió a continuación, Uruguay venció 4-2.
En 2014, Europa ganó su primer Mundial en suelo sudamericano, con la victoria 1-0 de Alemania sobre Argentina, en la prórroga.
El anfitrión brasileño sufrió el gran trauma de su historia, compartido con el ‘Maracanazo’, al padecer el ‘Mineirazo’: en semifinales, la Seleçao fue humillada (7-1) por Alemania en Belo Horizonte.
Costa Rica fue una de las sorpresas del torneo, alcanzando los cuartos de final.
En 2018, Francia reconquistó el trono mundial y ganó su segundo Mundial, en Rusia.
El subcampeón fue la Croacia de Luka Modric, que llegó a su primera final, donde los ‘Bleus’, con Kylian Mbappé y Antoine Griezmann, dominaron 4-2 en Moscú.
Fue la final con más goles desde la de Inglaterra-1966.
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