La compra del dólar está en ventanilla de los bancos por debajo de ¢500 y en buena teoría, todos los bienes importados deberían estar más baratos.
Sin embargo, el consumidor no siente en su economía diaria un alivio y hasta el precio de la gasolina, que depende enteramente del dólar y del mercado internacional, está en cifras relativamente promedio.
La razón, está relacionada con los costos productivos y el aumento de salarios, entre otras varias, según explica Daniel Suchar, analista económico.
“Las empresas tienen gastos fijos como son el agua, el teléfono, la electricidad y la planilla por ejemplo. En estos últimos dos casos, tenemos que contemplar un alza del 17% para la luz este año y un 9% para el pago de planilla en dos años, por lo que la rebaja del dólar sirve para compensar esas alzas y no necesariamente para bajar los bienes y servicios”, expresó Suchar.
Por otra parte, la decisión del Banco Central de Costa Rica de tener la Tasa de Política Monetaria (TPM) alta influye en los préstamos y los intereses que pagan muchas empresas y otros deudores, por lo que una reducción en el tipo de cambio del dólar, sirve para amortizar el golpe de las tasas de interés.
En cuanto a la gasolina, la fórmula que aplica el binomio Aresep – Recope tiene como un mes y medio de retraso, por lo que los costos a la baja se reflejarán más adelante, siempre y cuando la refinadora haya comprado combustible en los últimos días.
El especialista también se refirió al ¿por qué los precios sí se ven impactados de manera inmediata cuando se trata de un alza?
“Ahora, caso contrario es cuando el dólar empieza a subir, porque se trata de una ola que empuja a todo el mundo, porque, sencillamente, la reposición de mercadería, o sea, los costos, se hacen más altos y estos se trasladan al consumidor de manera inmediata”, dijo Suchar.
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