Por Redacción Digital506.com
“Unos llenan el tanque y otros vienen por puñitos”, así describió un pistero -en una gasolinería- la reacción de los ticos ante la escalada en el precio de los combustibles, uno de los efectos mundiales de la guerra Rusia-Ucrania.
Aunque el litro de gasolina y diésel saltó -el jueves 9 de junio- la barrera histórica de los mil colones, fue “hasta el último minuto”, que diputados y gobierno acordaron una medida para atenuar el alza.
La gasolina subió y el litro llegó a valer – ¢1,062 la súper y ¢1,024 la regular; el diésel ¢1,012; si bien, hace unos días bajó un colón y este viernes la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) aprobó otra reducción.
En este mes habrá una rebaja de ¢43 por litro en la gasolina superior, ¢28 en la regular y ¢36 en el diésel. También, el gas licuado de petróleo (GLP), en su envase de 25 lb costará ¢10,363,20, es decir, ¢9,28 menos.
Las consecuencias de la guerra ruso-ucraniana impactaron a la economía mundial, y cada país trata de enfrentar la situación lo mejor que puede, sobre todo en dos rubros: materias primas para la agricultura y el valor de los energéticos.
El Presidente Rodrigo Chaves lo advirtió: “esperemos que la guerra de Rusia contra Ucrania termine pronto, que Estados Unidos reaccione con una mayor producción de combustibles, para dejar de depender de las naciones en guerra y que la OPEP quiera colaborar con el mundo reduciendo los precios.”
Por eso, gobierno, empresarios y diputados comenzaron a barajar medidas, no para reducir el costo de los combustibles, si no para que estos se mantuvieran en márgenes controlables y evitar un efecto dominó en la economía nacional.
Un amago de protestas intentó presionar al poder ejecutivo, pero los bloqueos del 23 de mayo, mientras el Mandatario estaba en reuniones en Davos -Suiza-, no tuvieron consecuencias visibles.
Los manifestantes cerraron algunas vías públicas, en particular la carretera Florencio del Castillo, pero Chaves anunció -la víspera- que la Fuerza Pública garantizaría el libre tránsito, si bien respetaría el derecho a protestar.
Antes de su viaje, el gobernante expuso cuatro medidas para contener las alzas -sobre todo del diésel- para aliviar los costos en la industria y el transporte públicos. Todas fueron consideradas insuficientes por la oposición política.
Incluso Chaves entrevió la posibilidad de utilizar un préstamo, por $200 millones, del Banco Centroaméricano de Integración Económica (BCIE), para subsidiar los costos de los pasajes a los usuarios de buses.
Buscar un arreglo
Los diputados, recién llegados a sus curules el 1 de mayo, comenzaron a revivir propuestas de los anteriores legisladores; en especial los liberacionistas y los socialcristianos.
Fueron evaluadas diferentes posibilidades para reducir el costo de los hidrocarburos; los verdiblancos insistían en una reducción de cien colones al impuesto único a los combustibles; los de la Unidad propusieron congelarlo.
Una rebaja -según cálculos del Ministerio Hacienda – ocasionaría un hueco a las finanzas públicas estimado en ¢240 mil millones; la alternativa de congelarlo, supondría una merma fiscal de ¢80 mil millones.
En el mejor de los escenarios con el congelamiento -dijo Nogui Acosta, jerarca de Hacienda- el ahorro sería de ¢12 por litro en la gasolina súper, ¢11,62 en la regular y ¢6,87 en el diésel, siempre que la inflación no supere un 8,71 por ciento.
En caso de que esta llegara al 4 por ciento, la rebaja en la gasolina súper apenas sería de ¢5,5 por litro.
La última semana de junio, los parlamentarios aprobaron -por unanimidad- una moción para dispensar de trámites un proyecto de ley y pausar -por seis meses- el impuesto único a los combustibles, del 1 de julio al 1 de enero 2023. Este jueves lo aprobaron.
El viernes -1 de julio- Rodrigo Chaves firmó la ley “que suspende y congela el aumento del impuesto a los combustibles… es una de las medidas que hemos tomado para evitar que el precio continue subiendo”.
En una ocasión, la Cámara de Empresarios del Combustible divulgó que Costa Rica tenía los hidrocarburos con los precios más bajos de la región, pero que los impuestos los encarecían.
Pero el estado capta miles de millones de colones por esa vía, y sin esos recursos -como explicó Chaves- el daño al fisco sería irreparable.
En un foro organizado por la Cámara de Industrias, el jerarca de la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), Juan Manuel Quesada, descartó solicitar -en lo que resta del año- aumentos en las tarifas de esa empresa pública.
“El gobierno ha tomado decisiones importantes que han sido favorables, los diputados también, y nosotros, como empresa de los costarricenses, nos sumamos a esos esfuerzos, asumiendo el compromiso de no solicitar aumentos en nuestras tarifas”, manifestó el alto funcionario.
La actitud del gobierno, explicó el Presidente, es de contención; de no haber tomado esas medidas el país podría estar sumido en una crisis más severa, debido al descontrol en el costo del combustible.
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