En un lote baldío del distrito Monterrey- en la Fortuna de San Carlos-, semienterrado en una fosa clandestina y partido en varios trozos, la policía halló el cadáver de un joven de apellido Gutiérrez.
Una noche de setiembre del 2022 el muchacho le dijo a su madre que saldría de la casa por unas horas, a realizar un mandado; nunca regresó, y los parientes denunciaron la desaparición ante las autoridades.
La mamá de la víctima llamó a una mujer de apellido Irías y a un hombre, conocido como Morales, quienes eran amigos de su hijo, pero estos negaron saber algo del paradero de Gutiérrez.
Al parecer Irías fue novia del occiso, y Morales -en aquel momento- era el nuevo compañero emocional; las investigaciones policíacas los vincularon con el crimen y hallaron evidencias al respecto.
Los agentes detuvieron a los dos sospechosos y el Juzgado Penal de la Fortuna decidió ampliar por tres meses más la prisión preventiva de ambos, acusados del homicidio de Gutiérrez.
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