El deterioro de los medidores de agua -que incide en los errores de facturación- obligó al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillado (AyA), a sacar una licitación pública, para comprar miles de estos aparatos y sustituir los que superaron su vida útil.
La inversión estimada, para este proyecto, llega a ¢4,074 millones, según los términos de un concurso público, difundido a fines de octubre por AyA.
Varias comunidades -Escazú y Tibás, por ejemplo- reportan constantes quejas por los cobros excesivos, y la institución los atribuye al mal estado de los medidores.
Esta iniciativa forma parte del proyecto de Reducción de Aguan no contabilizada y optimización de la eficiencia energética (RANC-EE).
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