Seis buses nuevos totalmente eléctricos fueron donados por la República Popular China al gobierno de Costa Rica.
La idea es ayudar a nuestro país en su lucha por descarbonizar el transporte público y lograr meta de carbono neutralidad.
Las unidades se usarán exclusivamente para el transporte de trabajadores de zonas francas y rutas fuera del Gran Área Metropolitana.
Cada autobús podrá transportar hasta 83 personas al unísono, a la vez que el tiempo de recarga de la batería es de dos horas. La autonomía es de 300 kilómetros. Al ser eléctricos, no contaminan con gases de efecto invernadero.
“Estos autobuses contribuirán a mejorar las instalaciones de transporte y la calidad de vida de los residentes. En el futuro, ambos países seguirán reforzando las coordinaciones frente al cambio climático y la gobernanza medioambiental, para construir juntos una comunidad de destino compartido de la humanidad”, indicó Tang Heng, embajador de China en Costa Rica.
Si Costa Rica quiere ser un país carbono neutral para el 2050, necesariamente tiene que hacer algo con el transporte público y el parque automotor privado.
Hoy día, las emisiones de gases de efecto invernadero que dañan la capa de ozono y promueven el cambio climático casi triplican la mitigación que realizan los bosques costarricenses.
De los 14,5 millones de toneladas de dióxido de carbono que produce el país al año, solo se mitigan 4 millones de toneladas, mientras que el sector de energía, principalmente el consumo de gasolina y diésel, provoca la emisión de 8 millones de toneladas de ese gas, según el último informe del Estado de la Nación.
