Mientras aclimata su cuerpo a los rigores climatológicos del Everest, el montañista tico Warner Rojas espera que entre el 15 y 16 “se abra una ventana” y conquistar -por segunda vez- la cima del planeta, a 8.849 metros de altura.
En una entrevista con Digital506.com, Warner mostró las instalaciones del campamento base, a más de 5,300 m, y la convivencia diaria entre los cientos de expedicionarios, quienes se alistan para el ascenso final a la cumbre.
“Hay mucho viento, el frío es extremo, se pasa muy mal, pero lo disfruto más ahora que cuando subí por primera vez”, comentó Rojas.
Según explicó el aventurero nacional, en esta ocasión hay mejores comunicaciones, las instalaciones del campamento son más cómodas, y disponen de un domo gigante -especie de comedor- y los atiende un médico, de apellido Corona.
Las tiendas están diseminadas en el Campo Base Uno, de ahí suben y bajan a diferentes alturas, para que el organismo se adapte al tiempo del Himalaya, y estar capacitados para “atacar” la cima del Everest, la próxima semana.
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