Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
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Costa Rica, un destino turístico destacado por su biodiversidad, enfrenta un reto: la creciente amenaza del turismo masivo, según un amplio reportaje publicado en el periódico español El País.
Desde su girocóptero, Jurgen Stein observa el bosque tropical de Costa Rica, revelando la reserva Selva Bananito.
La reserva se extiende por 17 kilómetros cuadrados, ubicada en la Cordillera de Talamanca, un área con una biodiversidad única.
Con el turismo sostenible como motor económico, el país ha invertido en políticas de conservación desde la década de 1980.
La Ley de Pagos por Servicios Ambientales ha permitido la reforestación y el cuidado de los bosques, impulsando el ecoturismo.
En 2023, Costa Rica alcanzó 2,7 millones de visitantes, consolidándose como un destino ecológico clave en América Latina.
Sin embargo, operadores locales como Stein temen que la expansión del turismo esté llevando al país a una crisis ambiental.
La tala ilegal y la deforestación, se han incrementado debido a la demanda de tierras para el turismo masivo y la construcción.
Stein ha documentado la creciente deforestación, y denuncia la falta de control efectivo para proteger los ecosistemas.
El turismo masivo, argumenta, podría destruir el modelo de ecoturismo sostenible que ha dado a Costa Rica su fama global.
El modelo económico actual, basado en la naturaleza, no puede soportar un crecimiento ilimitado sin consecuencias ambientales graves.
Expertos como Glenn Jampol y William Rodríguez López coinciden en que el crecimiento descontrolado del turismo es peligroso.
El ecoturismo debe ser cuidadosamente gestionado para preservar la biodiversidad, una fuente vital de ingresos y sostenibilidad para Costa Rica.
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