Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Imagen tomada de internet
El presidente Donald Trump ordenó la demolición total del Ala Este de la Casa Blanca para construir un nuevo salón de baile.
El proyecto, valorado en $300 millones, generó controversia por su alto costo y la falta de transparencia en plena crisis presupuestaria.
Trump afirmó haber consultado “a los mejores arquitectos del mundo” antes de decidir la demolición completa del icónico edificio histórico.
La oposición demócrata criticó duramente la obra por eliminar el área tradicionalmente destinada a la primera dama y su equipo de trabajo.
El mandatario aseguró que el financiamiento provendrá de fondos privados de “patriotas y grandes empresas”, no de los contribuyentes.
El nuevo salón tendrá 8.300 metros cuadrados y capacidad para 1.000 personas, destinado a cenas de Estado y eventos oficiales.
La Oficina de la Primera Dama fue reubicada temporalmente en el complejo de la Casa Blanca antes de iniciarse los trabajos.
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